Fui invitada al cierre del Tribunal Penal Internacional de La Haya (TPIY) por haber integrado, entre 2003 y 2005, la Sala de Apelaciones de este Tribunal. A mediados de los 90, esta juzgó y condenó a los perpetradores de crímenes de lesa humanidad en los Balcanes, autores de graves violaciones a los derechos humanos, genocidio y actos de barbarie.

El sufrimiento humano volvió a la ceremonia, como en los días en que el TPIY recibió los testimonios de las víctimas y los victimarios. Al acto de cierre fueron invitados representantes de la sociedad civil y sobrevivientes de la masacre de Srebrenica, un caso líder por la crueldad desplegada en esa pequeña ciudad bosnia, próxima a Sarajevo, el símbolo de la terrible limpieza étnica llevada a cabo por militares serbios que fueron juzgados por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.